jueves, 20 de noviembre de 2014

¿Me puede enfermar el cambio climático?

Por Yamiri Rodríguez Madrid
 
Cuando escuchamos hablar del cambio climático pensamos en aumento de la temperatura, el deshielo en los polos así como en lluvias y sequías atípicas, sin embargo, pocas veces relacionamos como esto puede incidir en nuestra salud.
Las agresiones al medio ambiente repercuten de manera directa en las enfermedades que llegamos a padecer.  El ejemplo más ilustrativo es cuando viajamos a la Ciudad de México: ojos llorosos, resequedad en la garganta y, en algunas personas, hasta brotes en la piel.  Eso señores y señoras es la incidencia del cambio climático en nuestro ser.
Y si piensa que eso no sucede en Veracruz, basta revisar la información emitida por la recién creada Dirección de Salud Ambiental de la Secretaría de Salud y Asistencia (SSA). Los fríos adelantados y prolongados –en octubre ya teníamos 3 grados en la región de Perote-, inciden en un incremento no únicamente de las enfermedades respiratorias, sino también en las gastrointestinales: a menores temperaturas, la gente se lava menos las manos y vienen entonces las diarreas agudas.
Y con las sequías intensas, tanto en el norte como en el sur, se nos disparan las enfermedades por vector, es decir, el dengue y el chagas. Entra en esta categoría el paludismo, aunque hay que aclarar que esta última enfermedad está erradicada del estado desde hace ya varios años.
A eso súmele las prácticas nocivas que tenemos, como el simple hecho de tirar los medicamentos caducos al bote de basura.  Tristemente, en muchas ocasiones acaban en los cuerpos de agua, contaminándolos y provocando que quienes de ahí consumen agua, se intoxiquen.
Peor aún son los desastres ecológicos recurrentes en la entidad, los cuales traen consigo un cúmulo de enfermedades para la población de las comunidades afectadas.  Dos ejemplo recientes son los derrames de crudo en Tierra Blanca así como en Coatzintla, en donde sin duda los 2 millones 300 mil litros derramados en los cuerpos de agua habrán de incidir en la salud.
De ahí la urgencia de crear dentro de la estructura gubernamental una Dirección de Salud Medio Ambiental, pues cuando una contingencia como esta se suscita, el   Laboratorio Estatal de Salud Pública, que por cierto es primer lugar nacional en calidad, toma muestra e implementa las acciones necesarias para evitar brotes.
Y tampoco podemos dejar de lado el impacto de la agenda global en las enfermedades, como por ejemplo esta  enfermedad caribeña chikunguny, muy parecida en transmisión al dengue, aunque más grave aún, pues provoca una especie de artritis que es curable. Con una gran incidencia en República Dominicana, hoy el temor es que con la celebración de los Juegos Centroamericanos y del Caribe Veracruz 2014 puedan presentarse casos, no por transmisión de los atletas, sino de las familias que los acompañan.
Así, aunque para muchos el tema del cambio climático, suena lejano, les pareciera una cuestión meramente medio ambiental, lo cierto es que con cada árbol talado, cada río secado, nuestra salud, va de por medio, ¿no cree?
@YamiriRodríguez

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