Por
Yamiri Rodríguez Madrid
Más de medio centenar de veracruzanas han
sido asesinadas en este 2021 por razones de género. Estamos a la cabeza nacional
en la incidencia de este delito. Hay docenas
de desaparecidas, muchas de ellas menores de edad. Es tanta la indiferencia que
lleva dos años operando un Instituto Veracruzano de las Mujeres con una
encargada de despacho.
Una de las primeras acciones de la fiscal
general del estado, Verónica Hernández Giadans, al ser ratificada en el cargo,
fue reclasificar varios feminicidios como sólo asesinatos, lo que generó la
molestia de los colectivos feministas.
En el inicio del año, cuando aún no se confirmaba
el feminicidio de la nutrióloga Samara Aurora Arroyo Lemarroy, los activistas
digitales del gobierno estatal hicieron gala de su nula empatía, al atacar a la
familia.
En más de dos años de gobierno no se ha
dado un solo anuncio, una política pública, un programa, en beneficio de las
mujeres. Es la importancia que se le da a la agenda de las mujeres en la entidad.
En la conmemoración del Día Internacional
de la Mujer, en la efervescencia política, escucharemos a muchos decir que
ellos sí son los verdaderos aliados de las mujeres, que trabajarán con y para
nosotras, pero del dicho al hecho hay mucho trecho.
Tristemente seguimos ocupando también los
primeros lugares nacionales en muertes maternas; aún prevalecen en varios
puntos de la entidad los matrimonios arreglados de niñas.
Lejos de empoderar a nuestras niñas y
jóvenes, de atender los problemas que aquejan a las mujeres, se les relega. Ni soñar que existan ministerios públicos
especializados en violencia de género que no revictimicen a las mujeres;
patrullas rosas como operan en otras latitudes; programas para las
emprendedoras. Nada de eso hay aquí. Así que se pueden ahorrar los discursos
gubernamentales y los electorales, pues el resto del año las veracruzanas son
ignoradas.
@YamiriRodriguez
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