Por
Yamiri Rodríguez Madrid
Junto con el adelanto de varios meses de
su apoyo, en este marzo les llegó la hora de vacunarse a los adultos mayores en
Veracruz. En un estado con más de 8 millones de habitantes -el cuarto más
poblado de todo el país-, de los cuales 7.6 por ciento tienen más de 60 años y
una complejidad orográfica, inmunizarlos no es tarea sencilla.
Así, inició con el mayor orden que se pudo
en el Puerto de Veracruz, le siguió Xalapa y ahora le toca a Coatepec y a Boca
del Río. Para el resto de los municipios van muy lentos, aunque esperemos que
sea seguro.
Pese a que se les dio un orden alfabético
para evitar los tumultos, muchos en su desesperación, llegaron en la víspera
con tal de asegurar un lugar. Hay que recalcar que cada familia debe contribuir
a preservar el orden y evitar los contagios en las filas de espera.
Otra buena parte de los adultos mayores se
rehúsa a vacunarse, principalmente por toda la información y desinformación que
circula en redes sociales. A algunos les
preocupa que no se estén almacenando las dosis a la temperatura indicada y
pierdan su efectividad. Lo sucedido en Nuevo León, donde devolvieron más de 4
mil vacunas de Sinovac, puso a más de cien en alerta, pero hay entusiasmo en la
mayoría por recibirla. A otros que al aplicárselas puedan fallecer, como han
pasado dos remotos casos o que creen que no ha sido probada la suficiente la
vacuna.
Ojalá y se hubiese efectuado la vacunación
a la par con los sectores más productivos del estado para poder sacarlo de la
depresión económica que se encuentra.
Taxistas, meseros, conductores de autobuses, dependientes de tiendas, obreros,
pues de lo contrario esto se reactivará a cuenta gotas.
No dejen de vacunarse. Más vale tener aunque
sea una carga mínima viral de anticuerpos que permanecer a como hemos estado en
el último año. El resto de las y los veracruzanos tendremos que seguir esperando
a que nos vacunen por ahí de abril o mayo, pero de 2022 al paso que vamos.
@YamiriRodriguez
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