Por Yamiri Rodríguez Madrid
En los últimos años ser político se ha
convertido en una profesión de alto riesgo; antes, que un funcionario pisara la
cárcel era tremenda noticia por ser casos aislados; sin embargo, dadas las
circunstancias de los últimos años, ya deberían construir un penal exclusivo
para ellos.
De los primeros casos registrados en
Veracruz está el del ex gobernador Dante Delgado Rannauro, Gerardo Poo Ulibarri
y Porfirio Serrano Amador, quien después de su encarcelamiento fungió como
secretario de Desarrollo Regional en la administración del priista Miguel
Alemán Velazco. Los personajes allegados al hoy senador, cuentan que desde el
penal de Pacho Viejo escribió los principios de su partido Convergencia, hoy el
Movimiento Ciudadano.
Al llegar el panista Miguel Ángel Yunes
Linares a la mini gubernatura, rompió récord en el encarcelamiento de ex
funcionarios, empezando por su antecesor, el priista Javier Duarte de Ochoa.
Aunque el cordobés permanece interno en un penal del altiplano, varios de sus
colaboradores salieron más rápido que él de Pacho Viejo, como Arturo Bermúdez
Zurita, quien fuera Secretario de Seguridad Pública; Juan Antonio Nemi Dib, ex
Secretario de Salud; Gina Domínguez Colío, coordinadora de Comunicación Social;
Mauricio Audirac Murillo, titular del Órgano de Fiscalización Superior y
Gabriel De Antes, quien ocupara varios cargos, el último como Secretario del
Trabajo.
Otros más fueron denunciados, aunque se
han salvado de pisar la cárcel, como el ex tesorero Tarek Abdalá Saad y Tomás
Ruiz González, ex secretario de Finanzas.
Ahora le tocó a los panistas. Le dictaron 8 meses de prisión preventiva al
ex secretario de Gobierno, Rogelio Franco Castán, por supuesta violencia
doméstica contra su ex esposa y la agresión contra el elemento que efectuó la
detención.
A nivel nacional hay también muchos casos
de ex gobernadores como el de Quintana Roo, Roberto Borge, el de Nayarit,
Roberto Sandoval, el de Chihuahua, César Duarte; la ex secretaria de Desarrollo
Social, Rosario Robles Berlanga y otros más. Así, el encarcelamiento se ha
convertido en estrategia política.
Somos quizá, el estado en donde más
políticos han sido puestos tras las rejas, pues siendo ciertos, se podrían
calificar cada una de estas detenciones como políticas: no han sido los únicos
que le han metido la mano al cajón, no han sido los únicos que han quebrantado
la ley, no han sido los únicos, pero sí han sido los contrarios.
@YamiriRodríguez
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