Yamiri Rodríguez Madrid
Este miércoles, la Universidad Veracruzana
(UV) dio a conocer su convocatoria de ingreso 2022; con ésta inicia el viacrucis
de muchos jóvenes que viven -hasta el 27
de junio, fecha en que se publicarán los resultados-, en la incertidumbre si
tendrán o no un espacio al interior de la máxima casa de estudios en la
entidad. Para que usted se dé una idea, la carrera de Arquitectura, en Xalapa,
ofrece 250 lugares, pero en el campus Veracruz-Boca del Río la misma carrera
solo tiene 25 pupitres; Comunicación, 160.
Son miles de jóvenes los que presentarán
sus exámenes a inicios del mes de junio; ese día, como es costumbre, llueve publicidad
de instituciones privadas que se presentan como una segunda opción para esos
muchachos, muchas de las cuales tienen un costo relativamente bajo y solo
ofrecen 5 o 6 carreras, las de cajón, las saturadas.
Es la misma historia, insisto, de todos
los años; lágrimas y caras tristes; papás enojados y desesperados buscando una
opción para que su hijo sea licenciado y la crítica a la UV por ofrecer pocos
espacios para un mar de aspirantes.
Lo cierto es que no debemos perder de
vista varios puntos; la Universidad Veracruzana no es la única institución
pública educativa en el estado: están los institutos tecnológicos que tienen un
excelente nivel; está la propia Universidad Veracruzana Intercultural (UVI), El
Colegio de Veracruz y muchos otros más.
No hay que cerrarse solo a la primera opción.
Segundo, aunque suene terriblemente mal,
no todos nacen para ser licenciados o ingenieros; se necesitan siempre de los
oficios, aunque como sociedad estigmatizamos que un joven quiera ser carpintero
o fontanero. Sin embargo, un ebanista
gana mucho más que un pasante de abogado; un mil usos, como suele llamárseles,
saca en una hora lo que un profesionista mayoritariamente gana en un día.
Cuando en el Puerto de Veracruz o Coatzacoalcos se necesitaban varios
soldadores marinos, nada más no encontraban, por más que estuviese muy bien
pagado ese oficio casi exclusivo.
Tercero, es necesario que en la educación
pública se refuerce la materia de Orientación Vocacional, para que los chavos
en verdad puedan descubrir para qué tienen habilidades y no sea solo una
materia perdida en la carga semanal; que les hagan test de aptitudes y que los
acerquen con gente que se dedica a x o y cosa para que escuchen de viva voz de
qué trata y despejen dudas. No hay que invertir millones para eso; solo se
trata de voluntad para impulsar a las futuras generaciones de nuevos profesionistas.
Y cuarto, como padres, tíos, padrinos, orientemos
a los jóvenes sobre nuevas carreras y oficios especializados, sobre los
espacios que demandan los nuevos tiempos del Estado y del país, que conozcan la
realidad pues todos, a esa edad, creemos que el mundo nos está esperando para
vernos triunfar y, a veces, la bienvenida a la realidad no es como esperaban
muchos; que investiguen, que contrasten pues, a final de cuentas, es a lo que
aspiran a dedicarse durante décadas en su vida.
Suerte a todas y a todos.
@YamiriRodriguez
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