Yamiri Rodríguez Madrid
Desde que inició la pandemia, una docena
de hoteles en la región de la capital veracruzana han cerrado sus puertas; tras
de éstas se fueron también cientos de empleos; el Limones por ejemplo, en pleno
corazón de Xalapa, tenía más de un siglo de historia, pero no sobrevivió al
Covid19 ni a la falta de apoyos para el sector.
Es cierto que nunca hemos sido un destino
turístico comparable con el Puerto, pero en las últimas dos décadas la
infraestructura hotelera había crecido y, por ende, también la restaurantera y
de otros servicios; hoy, con todo esto, sufre un retroceso.
No solo esta administración estatal, sino
también otras que le antecedieron, nunca se preocuparon por generar una
verdadera oferta turística para la ciudad, aprovechando la cantidad de museos y
la vasta cartelera cultural que aquí hay. El único intento serio que hubo fue
en el duartismo, cuando se quiso hacer de Xalapa sede del Hay Festival, pero la
violencia que nos azotaba terminó por ahuyentarlos.
A nivel municipal, la entonces priista
Elizabeth Morales García le dio impulso al centro y a otras avenidas con paseos
urbanos y se le dio oxígeno a la Casa Museo, pero como sucede con muchos otros
temas, por diferencias políticas no se le dio continuidad y lo poco que se
abonó, terminó por perderse.
Los pueblos mágicos cercanos a Xalapa,
como Coatepec y Xico, están en un hoyo y ninguna autoridad quiere invertir para
hacerlos un destino como San Miguel de Allende en Guanajuato. Tan solo en el
pueblo cafetalero han pasado por lo menos cuatro presidentes municipales y no
se ha podido invertir en señalética bilingüe, mucho menos en quitar el cablerío
del primer cuadro, ni el ambulantaje.
Todo va encadenado. Si en Xalapa hay una
oferta turístico-cultural seria, les llega también la derrama a los municipios
vecinos; no se trata ya ni siquiera de invertir millones y millones, de
constituir fondos metropolitanos, sino de ponerse de acuerdo para hacer rutas
turísticas enlazadas, intercambios de promoción con otros estados del país,
pero nunca han podido ponerse de acuerdo.
Esa indiferencia, dejadez o como le quiera
usted llamar, es lo que hoy ha provocado el cierre de 12 hoteles en la
conurbación xalapeña y la pérdida de empleos. Hay sordera ante el añejo reclamo
de los desgastados empresarios del
sector. Sigue, lamentablemente, el
conteo del acumulable.
@YamiriRodriguez
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