Yamiri Rodríguez Madrid
Un dato que debería cimbrar a cualquier gobierno lo dio el INEGI este
martes: en 2024 los servicios periciales y los servicios médicos forenses del
país recibieron 100 019 cadáveres, 5.4% más que en el año pasado. En ese mapa
nacional, Veracruz ocupa un lugar alarmante: hoy es el estado con más cadáveres almacenados:
2 773. No es un problema administrativo; es una crisis humanitaria.
El Censo Nacional de Procuración de Justicia Estatal (CNPJE) perfila con
números lo que miles de familias veracruzanas padecen con silencio: duelo
suspendido, expedientes incompletos, nombres que no regresan. Al cierre de 2024
había 10 045 cuerpos resguardados entre la FGR y las unidades estatales;
Veracruz, con 2 773, insisto, encabeza la lista.
A esto se suman, en piezas, 1 784 segmentos, 1 099 fragmentos y 412
restos no identificados. La Fiscalía estatal, además, no respondió al INEGI
sobre piezas, kilogramos y otras unidades de medida, de restos humanos
recibidos, peso a que somos la quinta entidad con más unidades periciales (25)
y la segunda con más anfiteatros (23). Cada uno, dice el CNPJE, cuenta con sala
necroquirúrgica; la capacidad máxima de almacenamiento reportada es de 873
cuerpos con tejidos blandos en cámaras y 350 sin tejidos blandos en osteotecas.
Aun si se usaran al 100%, 1 223 espacios formales no alcanzan frente a 2 773
cuerpos almacenados. La aritmética es sencilla y brutal: la saturación es
crónica y la cadena de custodia y la dignidad están bajo presión permanente.
Otro dato revelador es
que el mismo censo consigna 12 laboratorios forenses en operación, pero 11
carecen de certificación y póliza de mantenimiento. Es decir, el corazón
analítico de la investigación —balística, genética, toxicología, antropología—,
opera sin las garantías de calidad que blindan la evidencia en tribunales.
Hablar de justicia sin laboratorios certificados es como hacer castillos en el
aire.
Y peor aún: hay 288
797 solicitudes de intervención pericial por concluir frente a 128 208
concluidas, el rezago es más del doble de lo resuelto, aún y cuando a Fiscalía
veracruzana ejerce 283.7 millones de pesos para servicios periciales, el quinto
presupuesto más alto del país (solo por debajo de Nuevo León, Estado de México,
Jalisco y Chihuahua).
Aun con ese nivel de recursos, Veracruz lidia con la mayor
sobrepoblación de cuerpos sin identificar y laboratorios sin certificación. Si
hiciéramos una división gruesa, ese presupuesto equivale a 59 mil pesos por
cadáver recibido en 2024; no es un indicador técnico, pero sí una señal de que el
problema no es sólo de dinero, sino de gestión, estándares y prioridades.
Urge priorizar a las
víctimas y a sus familias.
@YamiriRodriguez
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