Yamiri Rodríguez Madrid
Aunque el Movimiento de Regeneración Nacional
(Morena) es un partido relativamente nuevo, han aprendido de manera exprés,
pero magistral, las mañas de sus competidores, como eso del fuego amigo. Aunque
para el veracruzano de a pie, aún está muy lejos la elección del 2024, los morenistas
andan acelerados. En su calendario han fijado el próximo 15 de noviembre, fecha
en que Cuitláhuac García Jiménez entregará su Tercer Informe, como el arranque
de la carrera por la sucesión a la gubernatura.
Por eso desde ahora han comenzado el fuego
amigo contra todo aquel de que sus compañeros que se mueva, levante la cabeza o
al que le vean la mínima posibilidad de ser incluido en la boleta. Le pongo un ejemplo. Al delegado federal de
Bienestar, Manuel Huerta Ladrón de Guevara lo traen de bajada ya con el tema del
supuesto acoso sexual. Apenas ayer soltaron unas fotos en las que según está en
Orizaba intentando propasarse con una mujer, en el área pública del Hotel
Trueba. Hace meses, otra más, convocó a una conferencia de prensa para
denunciar un caso similar. ¿Le saben algo a Manuel Huerta o lo atacan al tanteo?
Lo cierto es que el dicho dice que el que calla otorga y, en casos tan
delicados como este, tampoco le conviene hacer mutis al funcionario federal.
Con el mismo modo de operar han atacado a
otros destacados morenistas y, a algunos más, les han creado falsas enemistades;
se nota un intento desesperado por enredarlos y hacerlos caer, sospechosamente
desde adentro. Y es que tras el descalabro de la oposición en el pasado proceso
electoral, prácticamente los limpia de toda culpa en este tipo de viejas
prácticas, pues están más preocupados en reorganizarse, en subsistir, que en
estar atacando al de en frente.
Si así están ya a tres años de la
elección, imagínense cómo se van a meter el pie entre ellos mismos. Más que
fuego amigo, parece canibalismo político y eso que eran diferentes.
@YamiriRodriguez
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