Yamiri Rodríguez Madrid
Si la reciente
tragedia que azotó el norte veracruzano se hubiese dado en año electoral, tendríamos
a por lo menos un centenar de “queda bien” con el lodo hasta las rodillas, sosteniendo
manos de viejitos, cargando despensas y rescatando perros y gatos, con tal de
que la gente votara por ellos y los viera cercanos, humanos; pero no, la gran
mayoría de los representantes populares y los servidores públicos brillan por
su ausencia.
¿Ha visto a
usted al senador que ganó como primera minoría panista, Miguel Ángel Yunes Márquez
ayudando en algo en Álamo? La senadora Raquel Bonilla, sin hacer olas, se metió
desde el 10 de octubre a Poza Rica intentando ayudar con faenas.
Pero tenemos una
veintena de diputados federales veracruzanos que están muy cómodos, en traje,
con aire acondicionado, en San Lázaro y no solo no han dicho voy a donar al
menos una cuarta parte de mi sueldo, sino que ni un pie han puesto ahí. Creen
que con pedir cooperación para los centros de acopio es suficiente. Eso es
hacer caravana con sombrero ajeno.
Si los
representantes populares federales, los que ganaron a través del voto, donaran ya
por lo menos una parte de su sueldo y se fueran a comprar en bola aguas,
artículos de primera necesidad, mandarían buena ayuda, pero hasta en eso son indiferentes.
Hay cero empatía cuando, insisto, son representantes populares, los que se
ponen en los zapatos del prójimo. Al menos los diputados locales, de todos los
partidos, sí han ido a tierra y darán un mes completo de su sueldo para los
damnificados.
Otra que da
pena ajena es la presidenta municipal electa de Poza Rica, Adanely Rodríguez, quien
con la sensibilidad de un elefante, se puso a repartir despensas con su nombre
y logo; como si la tragedia tuviera colores partidistas y hasta fotos de ella
circularon con guantes, no vaya a ser que le pegue un hongo la gente que lleva
días entre agua y lodo.
El “Pulpo” Remes,
actual edil de esa ciudad petrolera, se ha llevado una tunda mediática y social
por su falta de oficio político; en términos de beisbol que es lo entiende, se
va a ir ponchado y a la banca al terminar su administración, por insensible y
burdo; desde reconocer con tremenda cachaza que no hizo una obra que le
correspondía y, peor aún, que iba a cerrar los accesos al municipio. ¡Tremendo
genio de la política!
¿Y los delegados federales? Son como 50 y
solo dos o tres andan en campo. Creen que con compartir en sus redes sociales lo
que la Presidenta y la Gobernadora hacen es más que suficiente. Salvo Juan Javier Gómez Cazarín y el delegado
de la SCIT, Luis Antonio Posada, el resto vaya usted a saber qué han hecho en
casi una semana que lleva una tragedia.
No hay que
darle muchas vueltas al tema; con entender el sentido amplio de la palabra
funcionario y servidor, podrían poner manos a la obra: están para funcionar,
para servir a la gente. Con tenis blancos impecables y likes, no le dan
respuesta a la gente.
Si todos los
servidores públicos y representantes populares se fueran unos días a la zona de
desastre a palear lodo, a lavar calles y escuelas, a ayudar a la gente a sacar
basura, sería un ejército de manos solidarias, pero en lugar de eso, la mayoría
prefiere ver para otro lado. Ya los verá
en 2027 pidiéndoles el voto.
@YamiriRodriguez
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