Por
Yamiri Rodríguez Madrid/Washington DC
Justo
este lunes, el mandatario veracruzano, Javier Duarte de Ochoa subrayaba que con
la recaudación del 2 por ciento a la nómina, el Estado elevaba su autonomía financiera.
A
la par de esto, en la capital estadounidense, en Washington, expertos del Banco
Interamericano de Desarrollo (BID), nos explicaban a un grupo de periodistas
latinoamericanos aquí reunidos, la importancia de que las propias ciudades se
financien, tal y como sucede aquí mismo.
Huascar Eguino,
quien es coordinador de
la Gerencia de Instituciones para el Desarrollo, de la Iniciativa de Ciudades
Emergentes y Sostenibles en el BID, detallaba que el tema de la autosuficiencia
financiera de los estados y municipalidades es prácticamente nulo en
Latinoamerica, lo que provoca una fuerte dependencia de las participaciones
federales.
Sólo Colombia,
Brasil y México han sido capaces de aplicar esquemas que les permiten allegarse
de otros recursos y aumentar su calificación crediticia, pues los tres países
cuentan con claros marcos regulatorios, asentados todos en las Leyes de
Responsabilidad Fiscal, mecanismo del cual el resto del cono sur carece.
Si bien, como lo
hemos podido constatar en Veracruz, la bursatilización no fue la medida
financiera más popular para el Gobierno del Estado, lo cierto es que esta no
demerita el esfuerzo por hacerse de más recursos y ahí están otros ejemplos de
cómo hacerse de recursos propios, como es el caso de Puerto Maravillas en la
nación carioca.
Incluso,
el BID alienta a los gobierno locales a obtener ingresos propios como medio de
financiamiento a fin de poder concretar proyectos y realizar obras, es decir,
dado el alto potencial que tienen para movilizar recursos, se deben reforzar
los hábitos regulatorios de financiamiento.
Y
es aquí donde retomo las palabras del Gobernador, en el sentido de que con cada
peso recaudado del 2 por ciento a la Nómina, se han podido llevar a cabo obras de infraestructura en
materia de comunicaciones, desarrollo social, salud, educación, saneamiento y
tratamiento de aguas residuales. Todas
inciden en la mejora en la calidad de vida de los ciudadanos.
Pero
como lo recomienda el BID en estas también es importante la participación de
terceros, como la iniciativa privada o los propios proveedores de servicios del
gobierno, los cuales a través de mecanismos fiscales –como la condonación de
impuestos o mecanismos similares-, puedan también contribuir con los gobiernos,
como por ejemplo en la recuperación de barrios.
Y
segundo, y no menos importante, la aportación ciudadana para cogestionar obras,
lo cual permite una apropiación de los proyectos y sobre todo, que se pugne por
su continuidad sin importar si se avecinan cambios de gobierno o de colores
partidistas.
Podrá
pensar que esto último suena descabellado, pero si usted coopera para dotar de
juegos el área verde de su colonia, para comprar tres bancas en el parque de la
esquina, le aseguro que usted mismo se encargará de que el lugar se conserve,
que la banca se pinte, sentirá más suya la cuadra donde vive porque, a final de
cuentas, usted también cooperó para esto.
@YamiriRodriguez
No hay comentarios:
Publicar un comentario