Por Yamiri
Rodríguez Madrid/Washington DC
Hasta hace seis años, Washington, la
capital estadounidense era una ciudad pobre. La sede de los poderes pero, sin
un ingreso per capita
importante. De ahí que a la fecha, su
densidad poblacional sea de las más bajas y la vida, en el corazón de la
ciudad, se acabe con el horario de oficina.
Miriam Gusevich y Carlos Raimers, ambos
catedráticos de la Universidad Católica de Washington, explicaron que en 1870
esta ciudad histórica contaba con 60 mil habitantes. Hoy esta apenas alcanza los 6 millones 800 mil.
Dato curioso es que 5.2 por ciento
de sus habitantes, en 1990, eran latinos; 9.1 en 2010, es decir, 54 mil 757
habitantes.
El mayor problema que hoy Washington
enfrenta es el desperdicio de recursos en zonas urbanas que únicamente
funcionan en horarios de oficina, lo que obliga al Estado a redoblar
patrullajes en edificios vacíos, energía eléctrica para iluminar espacios que
nadie visita después de las 6.
Para que usted se dé una idea, los
suburbios tienen un mayor comercio que el centro de la ciudad, pues hasta hace
6 años era imposible convencer a alguien de emprender un negocio en la capital.
Empero, superado el tema de la pobreza,
hoy la plusvalía de las propiedades se ha disparado, lo que ha generado que
gente con recursos compre cuadras enteras para hacer nuevos proyectos
inmobiliarios.
Esto, a su vez, ha provocado
desplazamientos en los distritos –o cuadrantes de la ciudad-, dándose una mayor
movilidad de la población blanca hacia el centro, y de las etnias hacia las
orillas.
Aunado a esto, cabe recordar que tras el
asesinato de Martin Luther King, la ciudad sufrió una seria destrucción por
parte de las protestas ciudadanas, daño enmendado treinta años después y cuyos
espacios, fueron ocupados por las minorías.
Pero de acuerdo a los especialistas en
urbanismo, dada la muy baja densidad residencial que tienen, Washington no
vislumbra enfrentar problemas de escases de reservas territoriales o áreas
verdes. Incluso, se hace un esfuerzo por
convertirse en una ciudad sustentable.
No hay intención de tocar sus reservas
ecológicas, pues además de que son Parques Nacionales, la propia ciudad se
resiste a crecer por preservar la memoria de la ciudad.
Tampoco se permite el desarrollo en
márgenes del río, aun y cuando existe
una presión para crear viviendas unifamiliares para personas de escasos
recursos
De los puntos replicables: dado que hoy
sus ciudadanos pasan 45 minutos en el tráfico, en promedio, en el trayecto de
casa al trabajo, se han adquirido autobuses híbridos, con un costo cada uno de
800 mil dólares, líneas del metro y se
ve con esperanza que funcionen los metrobuses.
Funcionan también cada vez con más éxito
las bicicletas, aunque aún hay muchos accidentes, y el car sharing systems, vehículos rentados por una aplicación móvil,
sólo cuando el ciudadano así lo requiere.
Así, en Washington, como en cualquier
otra ciudad de Latinoamérica, su crecimiento está en función de la población y
de su movilidad.
@YamiriRodriguez
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