Yamiri Rodríguez Madrid
Que dice su mamá que siempre
no. Miguel Ángel Yunes Márquez ya no
quiere ser moreno. Este martes circuló la misiva que le mandó a la dirigente
nacional del partido, Luisa María Alcalde, desistiéndose de formar parte del Movimiento
de Regeneración Nacional.
En política nada es casualidad. Algo trae entre manos el clan para desistirse
de militar en el partido en el poder.
Eso de que para no causar divisiones es un mero pretexto; hay algo más
de fondo. Los Yunes azules no dan paso sin huarache.
Echa por delante a la presidenta
Claudia Sheinbaum; a su amigo y promotor, el senador Adán Augusto López;
seguirá apoyando sus iniciativas y seguirá en el grupo parlamentario, por si se
necesita su voto y para que no se acuerden de las denuncias en su contra y de
la famosa carpeta azul.
¿Acaso piensan arremeter y lanzar
campaña sucia contra Morena, contra la gobernadora Rocío Nahle y contra los
actores veracruzanos con tal de conservar el gobierno en Veracruz y Boca del
Río?
Pero unas horas después de que
circulara la carta de Yunes, la dirigencia nacional morenista publicó que su Comisión
Nacional de Honestidad y Justicia (CNHJ) resolvió no admitir la solicitud
de afiliación de Yunes Márquez por ser incompatible con los
artículos 4° y 6° de los Estatutos de Morena, que establecen que no podrán ser
admitidos las y los militantes de otros partidos políticos. Es decir, que
revisaron los registros del INE y apenas se dieron cuenta de que sigue
militando en el PAN, por lo que se reservaron el derecho de admisión.
Lo bueno de todo esto es que ya
se curó de la espalda, pues ya lo vimos hasta en antros departiendo, y que
demuestran una vez más que sus convicciones políticas son como una veleta. Así se
las gastan; ninguna sorpresa.
@YamiriRodriguez
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