jueves, 15 de octubre de 2015

Bancos de Alimentos, ¿destinados a desaparecer?

Por Yamiri Rodríguez Madrid

Este 16 de octubre es el Día Mundial de la Alimentación y, de acuerdo con datos del Inegi, en México se tiene una superficie de 109.3 millones de hectáreas de las unidades de producción; sin embargo, sólo 4 de cada 10 hectáreas se destinan a la producción de alimentos.
Del total de la producción agrícola el año pasado, 73 por ciento se comercializó, 23 por ciento se utilizó en el autoconsumo de las unidades (humano o animal) y el 4 por ciento restante se perdió durante la cosecha, el transporte o en el almacenamiento.
Otro dato interesante es que de acuerdo a la producción reportada en 2014, cada habitante del país consume en promedio 188 kilogramos de maíz y 12.8 kg de frijol al año e ingiere diariamente un poco más de un cuarto (280 ml) de leche, ya sea en consumo directo o a través de algún derivado.
Pero a la hora de sentarnos en la mesa el reparto no es el mismo, de ahí la importante función que durante más de una década han venido realizando, con mucho esfuerzo, los bancos de alimentos en Xalapa y en el Puerto de Veracruz, hoy, tristemente, en riesgo de desaparecer.
Y es que en gran medida la situación económica ha originado que muchos de sus benefactores ya les hagan donaciones, subsistiendo hasta este momento con la comida, el pan, que les entrega el Sistema de Administración Tributaria (SAT) o tiendas de autoservicio como Chedraui. Por el contrario, las filas de mujeres y ancianos que se forman diariamente  para acceder a productos básicos, se incrementa.
Pero otro factor determinante en la merma de donaciones ha sido la proliferación de charlatanes que se acercan a negocios haciéndose pasar por gestores de estas instituciones, que le venden un boleto del comedor X o le piden cooperación en botes clonados incluso a la propia Arquidiócesis de Xalapa.
Según los datos del Índice Nacional de Precios al Consumidor en México, en este 2015, la inflación en las legumbres y hortalizas, de diciembre de 2005 a diciembre de 2014, se elevó a 60.5 por ciento por arriba de la inflación alcanzada por el total de productos, de 44.8%; y en menor medida sucedió con las frutas, que tuvieron una variación en los precios de 58.5% para el mismo periodo
Así, lo que inició como una acción social altruista, podría desaparecer incluso este mismo año, y el hambre no acaba…
@YamiriRodriguez

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