El árbitro electoral, reprobado
Por Yamiri Rodríguez Madrid
La Misión del Instituto Electoral Veracruzano (IEV), es la de organizar los procesos electorales, plebiscitos y referendos; para garantizar, dice, el desarrollo de la vida democrática en el Estado de Veracruz. Sin embargo, hoy que arranca un nuevo órgano renovado, lo hace con el pie izquierdo, pues su falta de experiencia, de perfiles, sale a flote con sus erradas acciones.
Sus integrantes, todos identificados con partidos políticos, a personajes del quehacer veracruzano, llegaron pidiendo un millonario presupuesto a ejercer: más de mil millones de pesos para los comicios del próximo año.
Peor aún es que el OPLE tiene ya otra mancha sobre de ellos: el quebranto de la legalidad.
Si bien los magistrados de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, confirmaron la semana pasada por unanimidad de votos y sin discusión, el acuerdo emitido por el Consejo General del Instituto Nacional Electoral, con el que se designó al Consejero Presidente, José Alejandro Bonilla Bonilla, así como a los Consejeros Electorales Eva Barrientos Zepeda, Tania Celina Vásquez Muñoz, Juan Manuel Vázquez Barajas, Julia Hernández García, Iván Tenorio Hernández y Jorge Alberto Hernández y Hernández, hoy se pone en duda su conocimiento de las leyes y la probidad moral que, se supone, también debían tener.
Es normal, en cualquier área, que al registrarse cambios haya despidos, que llegue un equipo nuevo, eso nadie lo cuestiona: el problema es cuando se corre a la gente sin liquidarla. Es cierto que los anteriores integrantes del IEV se llevaron hasta las persianas, pero que no tengan un peso para despedir conforma a la ley a los primero trece de 64, esa es otra historia.
Se les viene encima un cúmulo de demandas laborales en su contra; millones de pesos que habrán de erogar tal vez por eso ni la nariz asoman, ni reciben prensa y cuando ven un reportero cerca, emprenden la graciosa huida.
@YamiriRodríguez
No hay comentarios:
Publicar un comentario