Por Yamiri Rodríguez Madrid
Desde sus laboratorios
científicos, medio centenar hombres y mujeres buscan a diario soluciones a
problemas ambientales, agropecuarios, forestales e industriales,
a través del desarrollo de fármacos o alimentos, insecticidas y plantas
resistentes a plagas y enfermedades.
Se trata del BioMimic, un clúster
científico y tecnológico que espera, con los años, convertirse en el Silicon
Valley mexicano y si, está en tierras veracruzanas, específicamente en el
municipio de Coatepec.
Cuenta con 17 mil metros y
requirió una inversión de 500 millones de pesos para dotar al moderno inmueble
de laboratorios; plantas piloto
para escalamiento de los procesos productivos; una unidad de Vinculación y Transferencia de Tecnología;
áreas de enseñanza a nivel posgrado; y un Centro de Reclutamiento de nuevos
talentos y de fomento a las Vocaciones Científicas
y Tecnológicas entre Niños y Jóvenes. Albergará también colecciones científicas de plantas vasculares como helechos, maíz,
papa, pino, etc.
Y debe su nombre al biomimetismo, que estudia los modelos
de la naturaleza y los imita o se inspira en sus diseños y procesos para
resolver problemas humanos.
Se trata de una contribución sin
precentes a la ciencia y la tecnología, en un país donde, según datos oficiales, las
empresas sólo financian 3.3% de
la investigación en el sector público (OCDE: 9%): aunque en
esta administración federal se incrementó
28% el presupuesto en ciencia y tecnología (47% en términos nominales). Así, el Gasto en Investigación y Desarrollo
Experimental (GIDE) aumentó 0.13
puntos porcentuales, al pasar de una inversión equivalente a 0.43% (2012; 67 mil MDP) a 0.56% del PIB (2015; 101 mil MDP). Y le
pongo un ejemplo, el presupuesto de CONACYT en este año es de 33
mil 706.7 MDP, el mayor desde su creación en 1970. El CIDE tiene 505.67 MDP y el Instituto de Ecología A.C.: 280.68 MDP.
A eso súmele que existen 25 mil miembros apoyados por el Sistema Nacional de Investigadores,
que se han invertido 40 mil MDP para
proyectos de innovación y se han entregado más de 328 mil becas de posgrado y se asignaron 800 cátedras CONACYT para jóvenes investigadores.
Los datos de Presidencia de la
República arrojan que México ha avanzado 22 lugares en el Índice
Global de Innovación (Organización Mundial de la Propiedad Intelectual,
OMPI) desde 2012 (del 79 al 57),
mientras que en el índice Global de
Competitividad (WEF), se avanzó
del lugar 61 (2014) al 57 (2015).
Así, se
vislumbra que el Biomimic se convierta en una referencia latinoamericana del
quehacer científico y tecnológico, o como los propios investigadores han dicho:
el Silicon Valley mexicano.
@YamiriRodríguez
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