Por Yamiri Rodríguez Madrid
Dicen en los pasillos de las oficinas que el Apocalipsis está por llegar. Y aunque muchos creíamos que no viviríamos para verlo, tal parece que llegará el fin de las tortas en los cajones de los empleados gubernamentales.
Este jueves, el Congreso Local aprobó por unanimidad, que por ley los trabajadores al servicio del estado “dispondrán” de al menos 20 minutos para la práctica de actividades físicas.
¿Quién supervisará que realmente se pongan a hacer sentadillas y no a ver el catálogo de Avón o Andrea en ese tiempo?, o peor aún ¿aprovecharán el tiempo para ir a los tacos de canasta que nunca faltan cerca de la oficina?
Dicen que la intención es la que cuenta, sobre todo cuando somos el estado líder en obesidad. El fin de la reforma a la Ley de Cultura Física y Deporte, presentado por la diputada Gladys Merlín Castro, es precisamente prevenir enfermedades relacionadas con el sobrepeso u obesidad
Por ende, será obligatorio en las entidades y dependencias de la administración pública local, ayuntamientos, los poderes Legislativo y Judicial, así como los órganos autónomos: 20 minutos diarios.
De acuerdo con el texto, la reforma se alinea al Plan Veracruzano de Desarrollo 2011-2016, en el rubro de estrategias para promover la salud y el bienestar: “La salud es una fuente de bienestar y se considera como un activo que contribuye a la prosperidad de todo un país; una buena condición física es parte del capital humano, porque individuos sanos integran pueblos más productivos y más ricos, en todos los aspectos”.
Así que la próxima vez que vaya a una oficina gubernamental, como el Registro Público de la Propiedad, tómelo con calma, en lugar de esperar porque las señoritas están en plena venta del Tuupperware o pintándose las uñas, la fila será larga por aquello de los 20 minutos de calistenia.
@YamiriRodriguez
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