Yamiri Rodríguez Madrid
La Diputación Permanente de la Legislatura
del Estado aprobó las licencias definitivas José Manuel Pozos Castro, presidente
municipal de Tuxpan y de Ricardo Ahued Bardahuil, de Xalapa, dado que ocuparán
carteras en la administración estatal de Rocío Nahle García. Al irse a otras encomiendas, sus suplentes tendrán
la responsabilidad de cerrar la administración y, en gran medida, asegurar los
resultados de las elecciones venideras en el 2025.
Es decir, o conservan el poder
para su partido, Morena, o serán los que entreguen la plaza. Aunado a esto,
tienen la enorme tarea de mantener la estabilidad en sus respectivos municipios;
suena fácil, pero no lo es, por lo que papel no será meramente transitorio.
En un contexto donde la política
municipal puede ser decisiva, la correcta administración de los recursos, la
atención a las demandas locales y el manejo de los proyectos en curso serán
determinantes para influir en el ánimo del electorado y, para ser ciertos, de
los suplentes, solo el de Xalapa más perfil y experiencia.
Siempre, siempre, siempre un
alcalde suplente carece de la visibilidad y el apoyo popular de su predecesor.
A esto se suma el hecho de que, en pleno año preelectoral, todo error o
desacierto será utilizado como arma en la guerra política. Los partidos
opositores aprovecharán cualquier señal de debilidad en estos gobiernos para
ganar terreno en una elección que ya se perfila como competitiva. Sin embargo,
los suplentes tienen la oportunidad de reivindicar su rol y demostrar que, más
allá de la coyuntura, pueden aportar al bienestar de sus municipios.
En unas semanas más, todo
Veracruz se convertirá en un tablero de ajedrez donde cada movimiento cuenta, y
los alcaldes suplentes serán piezas clave en la estrategia de los partidos para
mantener el control de los municipios y asegurar el éxito en los comicios.
Estos próximos meses serán cruciales para evaluar si logran entregar buenas
cuentas y consolidar las estructuras necesarias para ganar la confianza de los
veracruzanos: ¿podrán con el paquete?
Así, los suplentes no solo
tendrán que garantizar la continuidad de los proyectos municipales, sino
también enfrentar la presión de la próxima contienda electoral. Deberán
equilibrar las expectativas de la ciudadanía, evitar el vacío de poder que a
menudo acompaña las transiciones abruptas y demostrar que no son simplemente
figuras decorativas en el tablero político. El reto es doble: por un lado,
cerrar con buenos resultados administrativos; por otro, no convertirse en
peones y perderse en el infinito de personajes grises de la política.
Los ojos de la sociedad de cada
uno de sus municipios estarán puestos sobre ellos, y aunque tal vez la fama
mediática no los acompañe, la historia y, sobre todo, los votantes, juzgarán el
cierre de su gestión. Alfa Citlalli
Álvarez Vázquez, en Martínez de la Torre y Alberto Islas Reyes en Xalapa, tienen
sólo 14 meses para dejar una huella.
@YamiriRodriguez
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