Por
Yamiri Rodríguez Madrid
Veracruz,
junto con Tabasco, es uno
de los estados con mayor riqueza hídrica en el país: 72 mil kilómetros de
litoral. Los ríos que bañan al estado,
transportan 33 por ciento de las aguas superficiales que cruzan México. ¡Y eso sin mencionar sus lagunas y cuerpos
de agua!
Y,
a diferencia de estados como Sonora y Durango, en los cuales claman por agua,
en Veracruz, las lluvias anuales van de más de 3 mil milímetros, en la región
de Los Tuxtlas, a menos de 700 en el centro, en la frontera con Puebla, de
acuerdo con datos de la Secretaría de Protección Civil (SPC).
A
lo anterior súmele que en la última década se ha incrementado el impactos
directo de ciclones tropicales. Según los meteorólogos estatales, desde 1851 a
la fecha han entrado por costas veracruzanas 51 fenómenos de este tipo, de los
cuales, 15 han ocurrido en los últimos nueve años, lo que representa un 29 por
ciento del total del registro.
Ahí
tiene usted el Huracán Stan, en 2005, o
Karl en 2010, los cuales, con sus solo remanentes provocaron severas
inundaciones, pérdidas en los cultivos, daños en la infraestructura carretera,
muertes y miles de evacuados, de los cuales a la fecha, muchos, no han podido
regresar.
Según
consta en los registros estatales, la lámina de lluvia acumulada en Veracruz ha
tenido valores por arriba de lo histórico, que es de mil 553 milímetros, además
de que existen otros eventos que suelen ocasionar acumulados importantes, como
lo fueron los años 2006, 2010 y 2012, cuando el impacto directo de ciclones fue
mínimo. Y para este año, la temporada de ciclones y huracanes apenas comenzará.
Así,
a nadie extraña que Veracruz ocupe uno de los primeros lugares en cuanto a la
ocurrencia de inundaciones en México, pues se registran 3.5 por año.
Lo
anterior obliga a las autoridades a poner atención y sanción en el desarrollo
de conjuntos habitacionales, pues por citarle un ejemplo, en Lagos de Puente
Moreno, en Boca del Río, fue uno de los más afectados por haber sido construído
en una zona de relleno. El hacerse de la vista gorda ante invasions en zonas
riesgosas, cobra también vidas con deslaves y derrumbes. Y cuando es momento de
asumir responsabilidades, nadie tuvo al culpa.
Con
los cambios en el entorno, cada año habrá más inundaciones, más agresivas, por
lo que la pregunta es: ¿nuestro estado está preparado?
@YamiriRodríguez
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