miércoles, 30 de julio de 2008

Entrevista: Nélida Piñón

La dulce canción de Caetana

Por Yamiri Rodríguez Madrid

Bajo la mirada atenta del Cristo de Corcovado, Nélida Piñón comenzó a los diez años a seguir los pasos de Homero y de Cervantes, inspirada –como ella misma lo dijo durante su discurso al recibir el Premio Príncipe de Asturias el año pasado-, por los aedos, los amautas, los chamanes, el poeta Luís Vaz de Camões, y el escritor Joaquim María Machado de Assis.
Hoy, 59 años después, la novelista brasileña ha logrado consagrarse como la máxima exponente carioca: no sólo ha acumulado un sinnúmero de reconocimientos en todos estos años, sino que fue la primera mujer en presidir la Academia Brasileña de las Letras, después de cien años de fundación.
Es periodista, catedrática invitada en universidades como Harvard y Columbia; es ante todo la madre de La República de los sueños, La fuerza del Destino, La dulce canción de Caetana, Tebas de mi corazón y de muchos otros libros más.
Más allá de sus viajes, sus escritos, sus memorias, Nélida tiene otra ferviente pasión: el defender los derechos de las mujeres, de las oprimidas latinoamericanas.

- Usted ha sido una promotora primordial de los derechos humanos, especialmente de las mujeres ¿Qué avance se ha tenido en esta materia en los últimos años?
Nélida Piñón (NP): Se dio una evolución muy rápida, tomando en cuenta que durante el siglo pasado las mujeres lograron conquistas muy importantes como el derecho del voto en algunos países. Sin embargo, después de la Segunda Guerra Mundial se registró un retroceso muy significativo para el género.
La mujer, aparentemente obtuvo empleos en la construcción, en la parte bélica, por citar un ejemplo, sin embargo inmediatamente fue obligada a volver al hogar pero a través de una idealización de su papel.
Yo creo que de alguna manera ahora, la mujer está ganando espacio pero aún su rol es muy difícil, sobre todo para aquellas mujeres de clases desfavorecidas. Su vida es muy dura al acumular muchas responsabilidades: además de las funciones tradicionales, muy opresivas, tienen que llevar dinero al hogar porque ella es hoy una representación de la fuerza del trabajo, alguien que hace una contribución muy efectiva a las pequeñas prosperidades del hogar.
- En cuestiones de política, ¿coincidiría usted con otras figuras que han opinado que una ola de izquierda ha llegado a América Latina?
NP: Sobre eso hay que esperar un poquito; vamos a ver cómo es que va a pasar; cómo se van a desarrollar las izquierdas y las derechas, de todas maneras son muchas versiones de la misma ideología.
En el caso de Brasil, yo no creo que sea la izquierda la que está afectando al país, son puntos de vista respecto de los gobernantes pues los brasileños tomarán sus decisiones políticas conforme a lo que les conviene porque los países también tienen derecho de defender lo que les ajusta, sobre todo los intereses nacidos de tratados internacionales.
- ¿Y la ola literaria?
NP: Brasil a mi juicio no tiene la presencia que mereciera esto debido a que la lengua portuguesa no está en el epicentro de las decisiones editoriales, por lo que a mi juicio, estamos un tanto al margen. La gente no lee el portugués y sin embargo nosotros tenemos el gusto, el placer de leer a los genios del mundo hispano.
En mi país tenemos grandes figuras de la literatura como por ejemplo Machado de Assis que a mí juicio es el primer gran novelista de todas nuestras Américas, es un escritor excepcional al cual mucha gente no conoce.
En el caso de México tienen grandes nombres reconocidos a nivel internacional, sus escritores son aplaudidos merecidamente como Sergio Pitol, Carlos Fuentes, Juan Rulfo, Elena Poniatowska, así como sus educadores como José Vasconcelos.

Veracruz, el génesis.
Con el Pico de Orizaba pintado de blanco por la nieve como fondo, Nélida Piñón se dijo complacida de haber participado en el Festival Internacional Junio Musical –aunque cabe hacer mención que apenas y una veintena de personas acudieron a la USBI al encuentro de escritores-, pero más contenta se sintió, según sus palabras, de conocer la capital veracruzana, Xalapa.
“Es muy interesante como el estado de Veracruz, además de tener una gran vegetación, ocupa mucho la imaginaria de América Latina, es como si uno estuviera en la génesis de todo: tiene de todo”.
Los meses que vienen para la novelista serán de intenso trabajo, no sólo porque ya está preparando el capítulo final de un libro de ensayos, ni por los cursos que tiene en puerta por impartir, sino porque a sus casi setenta años continuará defendiendo los derechos humanos de quienes habitan en el cono sur del continente.
Bien lo dijo Nélida durante un momento cumbre de su trayectoria: Lo que yo haga de mí ya no permite enmiendas.

No hay comentarios: