martes, 29 de julio de 2008

Reportaje: la muerte sale cara

Funerales desde 5 mil hasta 35 mil pesos, dependiendo del bolsillo


Noviembre es el mes de los muertos. En esta época del año el papel picado, las calaveritas de azúcar, chocolate y amaranto, las veladoras y el naranja del Cempasúchil engalan los altares de muertos en el país. Sin embargo, para morirse basta cualquier día del año, eso sí, que no lo agarre desprevenido pues es un gasto en el que pocos nos “ponemos vivos”.
Los servicios funerarios en Xalapa los hay de todos los precios: desde el ataúd más económico que tiene un costo de mil 300 pesos, hasta de 28 mil pesos dependiendo si es metal, madera preciosa o la copia del féretro de algún famoso.

El estuche.
Ricos pobres, mexicanos, extranjeros, hombres o mujeres, jóvenes o ancianos, lo cierto es que todos tarde o temprano tenemos que morir, de ahí que el negocio de las funerarias se mantenga siempre vivo, aunque últimamente se ha ido adecuando a las necesidades del mercado.
En un recorrido por agencias funerarias de la capital del estado pudimos encontrar que no hay mucha diferencia en sus costos ni en sus servicios. La caja de muerto más sencilla tiene un precio de mil 300 pesos: aunque es de triplay, está decorada con encaje blanco, gris o morado, dependiendo del gusto de los deudos.
Por este costo los familiares obtienen además la sala de velación, el servicio de café para los asistentes así como un par de cirios.
Más barata es aún la caja de entierro para niños, pues debido a su tamaño sólo tiene un precio de 500 pesos.
Los ataúdes más vendido sin duda alguna son los de acero, que en un paso de diez años terminan por desbaratarse; estos tienen un precio promedio de 10 mil 500 pesos e incluyen al igual que los anteriores, la sala de velación, los sirios, el café y el té.
Pero hay quienes quieren morir con estilo, claro está, siempre y cuando su bolsillo se los permita. Para ello las funerarias ofrecen toda una serie de materiales de las cuales pueden estar fabricados los ataúdes: nogal, pino, cedro, caoba, palo de rosa o acero inoxidable. Pueden llevar también en las esquinas pequeñas réplicas de esculturas como La Piedad de Miguel Ángel o bien sobre la tapa una copia del crucifijo diseñado por Dalí o una imagen biselada de la Virgen de Guadalupe.
Ahora, hasta la tumba se puede llevar el estilo de vida de quien usted admiró algún día pues hay réplicas del ataúd de la Princesa Diana (Lady Di), el Papa Juan Pablo II y hasta de Luis Donaldo Colosio para los políticos.
Este tipo de cajas, al igual que las de acero inoxidable, tienen un precio de 28 mil pesos y son las más caras, aunque va aumentando el costo dependiendo si quiere el forro de seda o de alguna madera que provenga de importación.

Otros gastos no previstos.
Ahora bien, otros gastos se generan dependiendo del lugar donde se registre el deceso. Si la muerte, por citar un ejemplo, se da en Xalapa, pero la última voluntad del difunto fue que lo enterrarán en Coatzacoalcos, eso tendría un costo extra de 3 mil 500 pesos; si es en la ciudad de México, 4 mil 500 pesos.
La mayoría de las funerarias hacen los traslados a cualquier parte del país o bien, hasta algunos puntos del extranjero, aunque eso puede hasta duplicar el costo del servicio.
Súmele a esto el costo de las flores y las coronas tanto para la sala de velación como para el panteón.

La otra opción
No todos quieren ser enterrados, hay quienes prefieren ser cremados y eso tiene un costo de 7 mil 500 pesos.
Este paquete incluye un ataúd especial, al cual únicamente cambiándole el cartucho interior, puede ser reutilizado por la familia; obviamente cubre el embalse del cadáver, la sala de velación, los trámites y la urna donde habrán de reposar las cenizas. Empero, si quiere una urna más costosa, eso ya tendrá otro costo.

La última morada.
Pero una vez que se ha hecho el pago de por lo menor 10 mil 500 pesos en la funeraria –pues ese es el costo promedio del ataúd más socorrido-, hay que pensar también en el desembolso que se tiene que hacer en el panteón.
En la actualidad un lote con varias fosas en un panteón municipal, tiene un precio de 3 mil pesos de contado, aunque hay escasez de estos.
Ahora bien, si usted ya posee el lote, no se ha escapado del desembolso, pues hay que pagar por la gaveta mil 500 pesos, lo cual le incluye la exhumación del otro cadáver que con anterioridad ahí descansaba.
El cambio de la lápida de mármol para poner el nombre del familiar fallecido, le cuesta por lo menos 500 pesos.

Para morir en paz.
En total, el más modesto de los funerales podría requerir de por lo menos 5 mil pesos, uno sencillo pero decoroso, 15 mil pesos, y uno lujoso por lo menos 35 mil pesos. La mayoría de los casos, sean ricos o pobres, este lamentable hecho toma desprevenidos a los familiares, por ello, al igual que en los Estados Unidos, muchas agencias funerarias de nuestra ciudad ofrecen ya la posibilidad de pagar nuestro funeral de manera anticipada.
No necesita estar usted desahuciado para comenzar a pagarlo, simplemente se trata de la cultura de la prevención. Las funerarias le dan a escoger el paquete que usted desee y un año de facilidades para irlo liquidando; además ofrecen la posibilidad de que si un familiar fallece primero puede transferirle su paquete.
En la actualidad este tipo de paquetes está tomando popularidad en el estado pues así se puede morir en paz sin dejar a la familia endeudada,

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