miércoles, 2 de septiembre de 2015

Grandes montañas y cerros de Veracruz

Por Yamiri Rodríguez Madrid.

En diciembre se conmemora el Día Internacional de las Montañas, una fecha que pasa sin pena ni gloria para la gran mayoría de la población pero, que sin embargo, invita a reflexionar sobre su aporte no únicamente al entorno, sino también en la economía.
Veracruz cuenta con elevaciones que han sido declaradas Áreas Naturales Protegidas (ANP) como el Cofre de Perote y el Pico de Orizaba, allá en los años 30´s y al Cerro de Macuiltepec en Xalapa; el Cerro de las  Culebras en Coatepec y a San Juan del Monte, en Las Vigas, en los 80’s.
Bajo el mismo esquema se incluyó a los volcanes de Los Tuxtlas en los 90’s. y, para el 2005, se nombró a la Sierra de Otontepec.  Más recientemente, este año, el Cerro del Algodón en Misantla, recibió el nombramiento de ANP.
¿Cuál es la importancia de mantenerlas protegidas? Para que usted dimensione su importancia la Sierra de Otontepec, por ejemplo, es un espacio de conservación de selva mediana, de bosque tropical de encino, de bosque mesófilo y de bosque de helechos arborecentes.
Es el hogar además de grandes felinos como el puma y el jaguar, así como de ocelotes y otros mamíferos.
De acuerdo con la información proporcionada por la Secretaría de Medio Ambiente (Sedema), este punto son 15 mil 152 hectáreas que comprenden a los municipios de Tepetzintla, Chontla, Ixcatepec, Citlaltépetl, Tancoco, Cerro Azul, Chicontepec, Tantima, Chinampa de Goroztiza y Naranjos.
El esfuerzo estatal se ha enfocado en financiar el monitoreo de biodiversidad así como la capacitación de comunidades como guardas forestales, lo que ha dado como resultado el reporte de grandes felinos.
El Cerro del Algodón, ubicado en el ejido La Lima, sus 64 hectáreas de uso común, son fuente de agua potable para varias localidades de Misantla, incluida la cabecera municipal.  Su ecosistema de bosque mesófilo e montaña y selva mediana hace que sea albergue de cientos de especies de flora y fauna.
Lo más valioso es el  rescate que los propios ejidatarios han llevado a cabo lo que le valió al profesor Gregorio Roque el premio al Mérito Ambiental, por lo que la Sedema intenta trabajar con el Ayuntamiento y con la Comisión de Agua del Estado de Veracruz (CAEV),  a fin de lograr financiar su conservación.
Y es que en lo que se refiere al valor económico de las montañas veracruzanas, la Sedema ha expuesto la necesidad de ser solidario con las comunidades asentadas en las 245 hectáreas de montañas. Un buen ejemplo de esto es la compra de árboles navideños provenientes de comunidades de Perote, Las Vigas de Ramírez, Altotonga, Villa Aldama y Jalacingo: 80 por ciento del total de la producción de cien mil árboles.
Así, las montañas son fuente de vida y de economía.
@YamiriRodríguez


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