Por Yamiri Rodríguez Madrid
María Enriqueta Camarilllo fue una destacada poetisa, oriunda de Coatepec. Integrante de la Real Academia Hispanoamericana de Ciencias y Artes de Cádiz, tuvo una carrera prolífica, entre cuyas obras destacan las Sorpresas de la Vida, Fantasía y Realidad, Álbum Sentimental o Rosas de la Infancia.
La casa donde nació, en la céntrica calle de Jiménez del Campillo, hoy tiene sólo una pequeña placa que atestigua el hecho en el año de 1875 y, aunque hoy sigue siendo una hermosa morada, no está abierta al público en general.
A unas cuantas cuadras de ahí, sobre la calle de Ignacio Zaragoza está sobreviviendo su casa-museo: una vieja casona, como las muchas que afortunadamente todavía hay en Coatepec. Con sus techos de doble altura, sus muebles originales y el antiguo piano que tocaba, recibe a unos cuantos visitantes diariamente, atendidos por un grupo de damas coatepecanas, quienes de manera voluntaria donan su tiempo y esfuerzo por conservar el inmueble.
Sin embargo, las vigas de los techos están por desplomarse, pues los años y la polilla han hecho estragos, lo mismo que el mobiliario. La manutención del museo corre a cargo del voluntariado, pues el Ayuntamiento de Coatepec se ha hecho de la vista gorda aún y cuando debiera ser uno de los atractivos del lugar.
Son poco más de cien mil pesos los que se requieren para arreglar el museo y, dado que la autoridad municipal únicamente ofreció 3 mil, se han organizado una serie de actividades y conciertos a fin de juntar fondos.
El colmo es que en un país tan necesitado de cultura, las autoridades lejos de incentivarla, propicien el cierre de los pocos espacios aún existentes, como es el caso del Museo María Enriqueta Camarillo.
@YamiriRodríguez
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