Por Yamiri Rodríguez Madrid
En los últimos meses, estudiantes de varias escuelas, de diversas colonias de Xalapa y Veracruz, han sido intimidados por pandillas juveniles, que ven en las horas de entrada y de salida, el conducto para obtener su botín.
Tan sólo en la capital veracruzana, se tienen documentadas 68 pandillas, es decir, unos 850 menores entre los 12 y 17 años delinquiendo. 10 por ciento de estos, según los estudios, son mujeres.
De las casi 500 colonias que hay en esta ciudad, 28 de estas sufren severos problemas de pandillerismo: desde el jalón de bolsa, hasta las lesiones, el robo de vehículos y de casa habitación.
El mayor problema es que en la última década este tipo de hechos se han acrecentado, con rituales de iniciación cada vez más cruentos: soportar una golpiza, cometer un delito hasta incluso prácticas sexuales no convencionales. Incluso, se tienen detectados a niños de 8 años, formando ya parte de estos grupos.
Tan sólo en 2009, según datos de las autoridades municipales, operaban en la capital veracruzana 27 pandillas, la gran mayoría de estas juveniles. Pero, al 2011, el número se había incrementado a 68 y tan sólo un año después, eran 87.
Entre las principales bandas juveniles se encuentran Los sayayines, Los pelones, Los Muñecos, Los Sureños 13, Los 5 puntos, Latín King, 18 Street y los MS13 así como Los Planta Zapata, Los Camino, Los Lima, Los Dique y El Cuadro, cada uno con un radio de acción muy definido, prácticamente en 30 por ciento de las casi 500 colonias de la ciudad.
Ahí están como ejemplo la Carolino Anaya, Francisco Villa, Emiliano Zapata, Reserva Territorial, Xalapa 2000, Margarita Maza de Juárez, El Sumidero y la Revolución así como Jardines de Xalapa, Arboledas de Xalapa, El Tanque, Circuito Tajín y hasta el Índeco Ánimas.
En el Puerto de Veracruz, este mal social no es menor: la semana pasada, padres de familia de la colonia Reserva Tarimoya I denunciaron la situación que a diario viven los alumnos de la escuela secundaria federal número 6, Heroica Veracruz, al punto que junto con los maestros, están solicitando el apoyo de la Policía Naval.
De acuerdo con los testimonios, los pandilleros juveniles habitan en otras colonias, pero acuden a la escuela de la Reserva Tarimoya I a cometer sus fechorías, lo que ha provocado que los papás acudan a buscar a sus hijos y, los que no tienen quien los recoja, se organizan con otros compañeros vecinos para irse juntos en colonia.
Y la misma situación se repite en Boca del Río, Coatzacoalcos, Minatitlán, Tuxpan, Orizaba y Río Blanco, aunque el delito de pandillerismo no está tipificado en el Código Penal del Estado de Veracruz.
Datos del Instituto Nacional de Estadística Geografía e Informática (INEGI), revelan que 67 por ciento de los mexicanos que habitan en una capital –como la nuestra Xalapa-, de 18 años y más, consideró que vivir en su ciudad es inseguro.
En el mismo periodo, la población manifestó que en los últimos tres meses ha escuchado o ha visto en los alrededores de su vivienda situaciones como consumo de alcohol en las calles (72 %), robos o asaltos (66.3%) y vandalismo (57.2%).
¿Cómo combatirlo? Si con mayores rondines, si tipificando el delito pero, sobre todo, impulsando una cultura de la prevención con la inclusión de jóvenes en actividades culturales y deportivas.
Por eso dice el sabio refrán que más vale prevenir que lamentar.
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