Por Yamiri Rodríguez Madrid
En los últimos años hemos visto saltar a muchos deportistas a la arena política, como la senadora Ana Gabriela Guevara, quien no pudo replicar ni una sola de sus glorias en las pistas en la máxima tribuna del país.
Sin embargo, hoy en el estado de Veracruz, estamos viviendo un fenómeno a la inversa, el de políticos que se quieren colar en la afición deportiva para jalar más adeptos y meterle así más oxígeno a sus carreras.
Le cito unos cuantos ejemplos. El diputado federal tricolor, Tarek Antonio Abdalá Saad, será nombrado, en próximos días, presidente del Patronato de Halcones Rojos, equipo de basquetbol que asegura en cada partido una entrada de por lo menos mil 500 personas, en el día más flojo. ¿Sabe algo del tema? Lo mismo que de astrofísica.
Acuérdese que hace unos meses, estando en plena campaña, el hoy diputado federal, también priista, Jorge Carvallo Delfín, fue nombrado, tambiénsin conocimiento alguno, presidente del equipo de béisbol, Los Brujos San Andrés, nada más por ser oriundo del mismo lugar. Una vez obtenido el triunfo, se olvidó del asunto.
Y Fidel Kuri Grajales, también legislador federal, sabe muy bien de estos temas, como presidente, desde hace muchos, de los equipos de futbol Albinegros de Orizaba y Tiburones Rojos de Veracruz. Sin embargo, hoy que ex trabajadores –de los tiempos de Mohammed Morales-, le están cobrando salarios caídos de casi un millón de pesos, se hace que la virgen le habla y echa a su hijo por delante.
Lo cierto es que así como años atrás se dio la euforia por tener una asociación civil como escalón político, hoy, son los equipos deportivos la nueva modalidad. Ya veremos cuántos más se acumulan de aquí a diciembre.
@YamiriRodriguez
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