jueves, 25 de febrero de 2016

Los mexicanos, ¿jodidos pero contentos?




Por Yamiri Rodríguez Madrid

Este jueves el INEGI dio a conocer los resultados de su análisis  Bienestar Autorreportado (BIARE), el cual se refiere a las percepciones de los individuos en edad adulta sobre su propia situación y contexto.
Dichas percepciones comprenden tres aspectos: a) Satisfacción con la vida en general y con aspectos particulares de la misma; b) Enunciados referidos a fortaleza anímica y sentido de vida ; y c) Balance afectivo.
Los resultados muestran que, en una escala de 0 a 10, el promedio de satisfacción con su vida por parte de los mexicanos se situó durante enero de 2016, en 8.0; valor que ha disminuido con respecto a enero de 2015, pero que se ha mantenido en su nivel actual a partir del mes de julio.
En lo que concierne a aspectos específicos de la vida, los mayores promedios de satisfacción se refieren a las relaciones personales (8.6), mientras que aspectos que van más allá de la esfera privada de interacción, tales como el país y la seguridad ciudadana, registraron los menores promedios de satisfacción, 6.6 y 5.4, respectivamente.
Llama la atención que si comparamos con el mes de enero del año anterior, hay promedios de satisfacción superiores en dos dominios específicos: tiempo libre y actividad u ocupación.
Por su parte, otros aspectos como logros en la vida, relaciones personales, vivienda, vecindario, nivel de vida, seguridad ciudadana, ciudad y país retroceden, registrando éste último la disminución más grande (tres décimas).
Sin duda, estos números deben ser un foco rojo para las autoridades de los 3 niveles de gobierno: que no se interprete que vivimos muy contentos, por el contrario, el sentir generalizado es que estamos cada vez más inseguros.
Veracruz no es la excepción y por más que se insista que tenemos una policía calificada, de primer nivel, cada vez que se menciona que un policía municipal está involucrado en un hecho delictivo le pega a todas las corporaciones.
Ni hablar de los servicios de salud, pues la queja eterna es que no hay ya medicamentos y los doctores y enfermeras están mal y de malas.
Las carreteras son intransitables y el comercio, en Xalapa, agoniza ante el número de manifestaciones diarias que estrangulan el centro.
Entonces, ¿estamos contentos?

@YamiriRodríguez

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