México y sus impuestos

 

 

Por Yamiri Rodríguez Madrid

 

Si usted considera absurdo que en el 2014 en México se vaya a pagar impuesto a las mascotas y al alimento que estas consumen, revisando la política fiscal de otros países, podrá darse cuenta que los impuestos son iguales aquí y en China. Y le explico:

Dinamarca e Irlanda, por ejemplo, están analizando cobrar una tasa especial por cada flatulencia que las vacas emiten, ya que de acuerdo con estudios de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés), 18 por ciento de los gases de efecto invernadero provienen del ganado doméstico.

Este mismo país escandinavo, en 2011, fue el primero en aplicar un impuesto sobre las grasas.
Posteriormente Hungría aplicó el impuesto a las hamburguesas a fin de evitar que la población consuma alimentos que propician la obesidad. Hoy Inglaterra y España analizan la posibilidad de gravar las comidas grasas.

Nuestra reforma hacendaria propone cobrar impuestos a las bebidas azucaradas –o refrescos, lo mismo que ha hecho Francia, con una tasa que grava con 7,16 euros cada hectolitro de refresco, lo que supone que la carga que un consumidor deberá pagar por una lata de refresco con azúcar o con edulcorante sea de dos céntimos adicionales.

Ya que hablamos de los países europeos, y por si usted no lo sabía, en Suecia, Dinamarca y  Hungría, el Impuesto al Valor Agregado (IVA) es de una tasa de 25 por ciento, las más altas de todo el continente. Le siguen Rumanía, con 24 por ciento de IVA y Grecia y Polonia, con  23.

En España, el IVA se implementó desde 1985. Al inicio la tasa era del 12 por ciento. Hoy del 18, y en medio de la crisis, podría aumentar a 21 por ciento. Con el IVA desapareció el anterior Impuesto General sobre el Tráfico de Empresas.
Sin embargo, el primer país europeo que introdujo el IVA en Europa fue Francia, en 1954, y es que el papel de este impuesto en las arcas nacionales es clave: según datos de 2008, los ingresos procedentes del IVA representaban el 21,4% de los ingresos tributarios nacionales de los Estados miembros de la Unión Europea.

En el caso de nuestro vecino país del norte, en Estados Unidos, por ejemplo, en algunos puntos de su territorio se grava con 6 por ciento a quienes se realicen un tatuaje o una perforación en su cuerpo (Arkansas).  Pero si compra fruta fresca, entonces el impuesto es de 33 por ciento (California), mientras que los dátiles tienen un trato fiscal especial (Maine).  Incluso, hay estados que cobran impuestos por cada inodoro que usted tenga en su domicilio (Maryland).

En Japón, no descartan que los hombres mejor parecidos y solteros paguen el doble de impuestos que los menos agraciados y casados, ya que según economistas de ese país, con esto se podrán reducir las tasas de natalidad.

Si nos referimos a otros impuestos, a nivel mundial, el Impuesto Sobre la Renta (ISR), la tasa promedio es de 29 por ciento, según datos del Centro Interamericano de Administraciones Tributarias (CIAT).

Aunque para muchos resulta un tanto escandalosa la propuesta de Reforma Hacendaria para nuestro país, lo cierto es que lo urgente y necesario, la clave de todo radica en ampliar nuestra base hacendaria.

 

Twitter: @YamiriRodríguez