lunes, 18 de noviembre de 2013

Apenas, apenitas…

 
 
Por Yamiri Rodríguez Madrid
 
Los que conformamos mayoritariamente la fuerza económica de este país, crecimos escuchando frases como: “ahora que se componga la situación”, “cuando me enderece”, etcétera, etcétera, sin que al paso de las décadas veamos un avance general en la calidad de vida de los ciudadanos.
Dato curioso es que aunque la gran mayoría de los mexicanos se consideran de clase media, no lo son, pues los parámetros indican que la clase media baja debe tener un ingreso promedio entre los 13 mil y 40 mil pesos, mientras que el de la clase media es de entre 40 y 80 mil pesos.  Si sus ingresos no van por ahí, seguramente es usted de clase baja.
Peor aún es que hace apenas unos días, la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) reconoció que a consecuencia de una falla del modelo de política social, el número de personas pobres que trabajan aumentó: es decir, que por más que usted haga la lucha, no va a pasar de ahí.
De acuerdo con declaraciones de Genaro Aguilar Gutiérrez, asesor de la dependencia federal,  que cada vez trabajan más integrantes de las familias para complementar el ingreso: papá, mamá, hijos, y hasta los abuelos cooperan con la pensión y aún así, la gran mayoría de las familias en México van a los tapaderazos.
Y es que de 2000 a 2012 los hogares mexicanos se empobrecieron y obligaron a madres e hijos a laborar. Antes del año 2000, un hogar tenía a 1.7 personas en promedio trabajando, cifra que se incrementó a 2.7 personas en 2012, como resultado del incremento de la pobreza. En 1984 había alrededor de 38 millones de mexicanos pobres y hoy hay más de 53 millones.
También entre los años 2000 y 2012, el 40 por ciento de los hogares más pobres lograron contener la caída de sus ingresos porque recibieron remesas de sus familiares en los Estados Unidos.  Sin embargo, el número absoluto de personas pobres pasó de 52.8 millones en 2010 a 53.3 millones al año pasado, aunque hay que considerar que más de 40 millones de mexicanos son vulnerables en la actualidad y pueden caer en situación de pobreza en cualquier momento.
¿Qué falló? Según la Sedesol esto es achacable también  al deterioro de los mercados laborales y a que la población más vulnerable del país dejó de percibir importantes ingresos en los pasados años, ya que estos cayeron dramáticamente entre 2006 y 2012, pues el primer decil de la población perdió 10.2 por ciento de sus ingresos; el segundo, 12.7; el tercero, 11.5, y el cuarto, 11.9 por ciento. En términos sencillos para los economistas, los pobres perdieron más del 11 por ciento de su poder adquisitivo, al caer su ingreso real en esa misma proporción.
Ojala que no se cumpla este pesimista dicho mexicano de que el que nace pa’ maceta, no pasa del corredor.
 
Twitter: @YamiriRodríguez

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