Por Yamiri Rodríguez Madrid
El próximo martes 5 de noviembre entrará en funciones la LXIII Legislatura local: 50 hombres y mujeres con el enorme reto de quitarse el estigma de que cada Congreso va de mal en peor. Le explico el por qué.
De acuerdo con el Compendio publicado en su propia página web, entre las leyes aprobadas en estos tres años, destacan algunas como la de la Comisión Estatal para la Atención y Protección a los Periodistas; para la Prevención y el Control del Dengue; la de Defensoría Pública, la de Trata de Personas; la de Obras Públicas y Operaciones Inmobiliarias; la de Protección Civil y Reducción de Riesgos; la de Derechos de las Personas de la Tercera Edad, todas estas autorizadas durante su último año.
Peor aún es que de las 34 leyes aprobadas en estos 36 meses, la gran mayoría fueron enviadas por el Ejecutivo Estatal, por lo que el trabajo de los legisladores fue prácticamente nulo:12 fueron durante el primer año y 8 en el segundo, aunque hay que descontar también las iniciativas de proyectos de ingresos y egresos de Estado y Municipios.
Pero ahí tiene usted también de ejemplo a LIX Legislatura, la cual destacó no por su productividad, sino por sus hechos bochornosos y conveniencias políticas. Y es que uno de los mayores escándalos que se ha suscitado en la historia del Congreso veracruzano, es el que se registró cuando el entonces secretario de la Mesa Directiva, el entonces panista Francisco Herrera Jiménez, sustrajo cuatro boletas de votación que fueron utilizadas en la ratificación del procurador del Justicia en el Estado, Emeterio López Márquez.
Primero se dijo que el ex diputado local había sido víctima de amenazas de muerte para que desapareciera las boletas a fin de que el fiscal veracruzano obtuviera tres cuartas partes de la votación requerida: finalmente sus compañeros de bancada terminaron aceptando la “traición” de la cual habían sido víctima. De la investigación que inició la Procuraduría General de Justicia del Estado sobre el caso, nadie supo en que concluyó.
El trabajo de esta Legislatura se limitó a 152 iniciativas aprobadas durante sus tres años en gestión….y eso que fue de las más improductivas.
En lo que hizo a la Sexagésima Legislatura, la cual inició funciones en 2004, tuvo un trabajo incluso mucho menor, con más de 30 nuevas leyes emanadas de éste poder, cientos de puntos de acuerdo y más de mil participaciones en tribuna por parte de los legisladores de las diversas fracciones partidistas
Entre estas, se cuentan la de Amnistía para el Estado de Veracruz y las leyes 222 y 223: la primera referente a la integración para personas con capacidades diferentes, y la segunda que reconoce a el derecho de las personas físicas, mayores de 70 años de edad.
Se aprobó también la Ley de Medios alternativos para la solución de conflictos, la de Desarrollo Integral de la Juventud así como la de creación del Instituto de la Policía Auxiliar y Protección Patrimonial (IPAX), por mencionar algunas de las más importantes.
Pero además, se registró el mayor número de cambios en las curules: 25 en total, obedeciendo la mayoría de estos a la búsqueda de un nuevo cargo de elección popular.
Anilú Ingram Vallines será la presidenta de la Mesa Directiva del Congreso Local, por lo que junto con Juan Nicolás Callejas Arroyo, como Presidente de la Junta de Coordinación Política, tendrán la tarea de llevar a buen puerto a esta Legislatura, desahogando los más de mil pendientes empolvados que existen y, proponiendo, como se comprometieron 30, de los 50 en campaña, a proponer leyes que en verdad convengan al impulso del estado.
Ya veremos…
@YamiriRodriguez
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