viernes, 15 de noviembre de 2013

Uruguay y la marihuana



Por Yamiri Rodríguez Madrid    
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El pasado 1 de agosto, Uruguay se ubicaba en el ojo del huracán tras dar a conocer, a través de su portal de la Presidencia de la República (www.presidencia.gub.uy), que tomaban un camino distinto al latinoamericano en el control de las drogas.
Se trata pues de una propuesta basada en la disminución de riesgo y en los aspectos sanitarios, y también, en aspectos de prevención y educación y en el control vinculado a cómo mejorar la atención de los adictos a este tipo de drogas.
Así, el prosecretario de la Presidencia de la República y Presidente de la Junta Nacional de Drogas, Diego Cánepa afirmó que se encaminan hacia una regulación estricta de la marihuana, del tabaco y del alcohol, luego de la votación del proyecto por parte del Parlamento.  Y es que en Uruguay la droga más consumida es el alcohol, seguida por el tabaco y la marihuana.
En ese sentido, tal vez haciendo alusión a México, Cánepa recalcó que como país nunca han estado de acuerdo con la guerra contra las drogas, pues ha generado enormes perjuicios a las sociedades latinoamericanas, con una cantidad enorme de muertos, de pérdida de vidas humanas, y también de perjuicios en seguridad y en convivencia, por lo que propuso encarar el problema de las drogas como un problema sanitario.
La justificación gubernamental es que el problema no es si es mala o buena la marihuana, ya que el cigarrillo mata tres mil o cuatro mil uruguayos por año y a nadie se le ocurre que hay que prohibir el consumo del tabaco ni que hay que perseguir al que consuma tabaco. Lo que hay que hacer es controlar y regular estrictamente.
En este país sudamericano hay grandes campañas antitabaco que los ha llevado a juicios internacionales contra las compañías tabacaleras, siendo Uruguay líder en este tipo de campañas.
Uruguay, dicen, no legaliza la marihuana, sino que regula estrictamente su mercado, lo que es distinto, ya que la producción o venta de esta droga fuera de esta regulación será delito.
Lo que también es cierto es que, pese a la polémica, hay muchos uruguayos que todavía no han tenido la información suficiente sobre este proyecto. A su entender, esto es un déficit del Gobierno que debe trasmitir con más claridad las pautas de la norma.
Eso sí, no pierda de vista que el presidente uruguayo, José Mujica Cordano, de profesión chacarero (o floricultor pues en nuestro país), militó en su juventud en una agrupación del Partido Nacional (grupo político tradicional uruguayo). A mediados de la década de los 60 fundó el Movimiento de Liberación Nacional –MLN– Tupamaros, junto con Raúl Sendic y otros compañeros. Esta actividad lo llevó a caer prisionero y permanecer preso durante catorce años en diversas unidades militares. Formó parte del grupo del MLN conocido como “los rehenes”,  entre los que se encontraban el líder y fundador Raúl Sendic, fallecido y  Eleuterio Fernández Huidobro, ex senador por el Frente Amplio y actual ministro de Defensa Nacional, entre otros.   De ahí, tal vez la postura, de regular la producción de la misma.
Hoy, la última palabra en Uruguay, la tiene el Senado, para que lo apruebe dentro de los plazos previstos para que tenga un tiempo clave de implementación.

Twitter: @Yamiri Rodríguez

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