Por Yamiri Rodríguez Madrid.
El Banco Interamericano de Desarrollo (BID), convocó a inicio de este año a periodistas de este continente a un curso sobre los sistemas de pensiones y jubilaciones en América Latina. Un tema sin duda, prioritario en la agenda nacional, debido a que como lo expone la propia institución, en las próximas décadas, las pensiones se convertirán en uno de los ejes centrales de las políticas económicas y sociales en América Latina y el Caribe (ALC).
Las cifras oficiales arrojan que en 2050 habrá en estos países el triple de adultos mayores que ahora, con una mayor esperanza de vida y, por lo tanto mayores necesidades de atención y esos adultos mayores del futuro están hoy en un mercado de trabajo donde sólo 4 de cada 10 trabajadores contribuyen a un sistema de pensiones.
Esto significa, de acuerdo con los expertos, en que en la actualidad 130 millones de personas están trabajando sin ahorrar para su pensión en ALC. Aunado a lo anterior y en ausencia de reformas, incluso con un crecimiento sostenido en la región, 1 de cada 2 jubilados no tendrá una pensión adecuada, dejando entre 66 y 83 millones de adultos mayores dependiendo de las familias o del Estado para su manutención, lo que será económica, fiscal y socialmente insostenible.
Lo anterior lo traigo a colación porque en múltiples ocasiones se ha evidenciado la fragilidad de las finanzas del Instituto de Pensiones del Estado (IPE) de Veracruz, en donde las cuotas de los trabajadores y las aportaciones patronales (por el orden de 200 millones de pesos mensuales) son insuficientes para cubrir el pago de jubilaciones y pensiones de 380 millones.
De ahí la necesidad de que el Ejecutivo Estatal mensualmente inyecte el 50 por ciento de sus ingresos, es decir 180 millones de pesos pero, ¿por cuánto tiempo más?
@YamiriRodríguez
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