Por Yamiri Rodríguez Madrid
El pasado 15 de agosto, aquí en la capital veracruzana se llevó a cabo un bautizo, el primero de un hijo de una pareja gay en nuestra ciudad.
Desafiando a Hipólito Reyes Larios, arzobispo de Xalapa, un conocido sacerdote ofició la misa y dio el sacramento al pequeño, de origen estadounidense, pero de familia xalapeña por parte de uno de sus padres.
Como es normal en este tipo de celebraciones, se toman cientos de fotos para atesorar el momento, empero, el religioso prefirió ser discreto y no dejar testimonio físico –aunque por tratarse de una familia acomodada hubo muchos invitados-, pues de todos es sabida la actitud homofóbica del jerarca veracruzano y la amenaza que ejerce hacia los curas de su grey para que sigan al pie de la letra sus órdenes.
Si bien los tiempos han evolucionado y hasta el propio Papa Francisco I ha dicho que quién es el para juzgar a los gais, pues el catecismo de la Iglesia católica dice que no se debe marginarlos, que hay que integrarlos en la sociedad, pues debemos ser hermanos, Reyes Larios vive ensimismado en sus preceptos machistas y en una vida ostentosa, contrario hacia la nueva corriente que pretende seguir el Vaticano.
Basta recordar el accidente automovilístico que tuvo este año a bordo de su lujosísima camioneta Nissan, mientras que el Papa de origen argentino, ha dicho que la austeridad es necesaria para todos los que trabajan en el servicio de la Iglesia. Es decir, cada quien jala por su lado. Ya ni hablemos de sus finas sotanas y los elegantes zapatos que les hacen juego.
¿Se habrá enterado el Arzobispo de Xalapa del bautizo? ¿Cambiará de iglesia al padre castigándolo mandándolo a la conchinchilla? ¿Cuántos sacerdotes más hay en Xalapa que no comulgan con la cerrazón de su jerarca? ¿Por soberbia lo van a tener que seguir disculpando por sus declaraciones contra la comunidad lésbico-gay y contra las madres solteras?
Nunca un arzobispo había de gozado de tan mala imagen como Hipólito Reyes Larios, aunque luego nos acuse a los medios de jacobinos. Seguramente vendrá la repartición de excomulgados al por mayor: Dios nos agarre confesados.
@YamiriRodriguez
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