viernes, 14 de agosto de 2015

Museos veracruzanos, olvidados y pocos visitados

Por Yamiri Rodríguez

Quizá ante la sequía de información propiciada por la veda electoral, gran alharaca se hizo por el Día Internacional de los Museos, aunque el resto del año nadie se acuerde de visitarlos ni de echarles una manita de gato.
De acuerdo con datos oficiales, la entidad tiene más de 100 recintos de este tipo, entre comunitarios, estatales, universitarios y privados.
Tan solo la capital veracruzana, conocida como la Atenas Veracruzana, cuenta con el Museo de Antropología (MAX), el segundo de mayor importancia en América Latina, así como el Museo Interactivo de Xalapa (MIX) o la Casa Museo, por mencionar algunos.
Con bombo y platillo el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), anunció la conformación de una red de difusión de los museos a objeto de aumentar el número de visitantes y que estos se tornen sustentables.
Sin embargo, el mayor problema de los museos veracruzanos no es el de la difusión, sino el de la falta de mantenimiento, y cito como ejemplo los museos capitalinos.
El MAX, a cargo de la Universidad Veracruzana, presenta severas humedades en varias partes del inmueble que albergan más de 2 mil 500 piezas prehispánicas.
La Casa Museo de Xalapa, desde que inició la presente administración municipal permanece cerrado, en parte por trabajos de remodelación, en parte porque más allá de la casona, no hay nada más que mostrar: ni muebles, ni enseres, nada.
Y el MIX, una vergüenza total. Hace más de una década fue el Museo de Ciencia y Tecnología; Don Emilio Gómez Vivés donó gran parte de la colección de autos, aviones, avionetas, autobuses y demás, para que formara parte del Museo Interactivo, creado en el sexenio del gobernador Miguel Alemán, emulando al Museo del Papalote.
Hoy, de interactivo sólo le queda el nombre: la gran mayoría de aparatos y computadoras descompuestas; hay montones de escombro en los jardines interiores sin que haya obra; cristales rotos, guías mal encarados; y las pocas piezas donadas, hoy son criaderos del mosco del dengue, pues por falta de limpieza, almacenan agua descompuesta.
Los dinosaurios de animatronix que en algún momento se presumieron, hoy se deterioran a la intemperie y a la mano destructora de los pocos visitantes.
El Museo de Bomberos y el dedicado a San Rafael Guizar y Valencia, se escapan de esta penosa situación ya que el primero es cuidado con mucho esfuerzo por el patronato conformado por particulares y, el segundo, por los recursos de la Arquidiócesis de Xalapa.
Muy cerca de Xalapa, en Coatepec, está la Casa Museo de María Enriqueta Camarillo.  Si usted no tiene nada que hacer en domingo y piensa en la morada de la poetisa para visitarlo, ni se moleste, pues es el día que no abre.
Si bien, hay museos prácticamente en todo el estado: en Xalapa, Veracruz, Córdoba, Orizaba, Zongolica, San Andrés Tuxtla, Santiago Tuxtla, Huiloapan, Yanga o Jamapa, estos prácticamente son desconocidos por los ciudadanos y, la mayoría de los que intentan hacer turismo cultural, se van desilusionados y, hasta enojados, por el estado en que los mantienen.
¿Somos entonces un pueblo culto?
@YamiriRodríguez

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